Cómo evitar la resistencia a antibióticos

No voy a decir que que la pandemia del covid-19 la veía venir, sería una gran mentira. Aún habiéndome enzarzado en conversaciones sobre las posibles pandemias causadas por la crisis climática, jamás me imaginé esta situación. Hay un salto muy grande entre saberse la teoría y experimentar las consecuencias.

La relación entre crisis climática y pandemia tiene muchas vertientes. Por ejemplo, los glaciares se están derritiendo dejando sin hogar a millones de animales, pero también liberando virus milenarios totalmente desconocidos para nosotros. El 24/01/2020 el periódico ABC hablaba sobre el tema en este artículo. ¿Repercusión? Mínima. ¿Repercusión que se merecía? No lo sé, aunque creo que la población ha cambiado su reacción ante el concepto de virus desconocido.

Con esto no quiero echar más leña al fuego. Mi objetivo lo tengo claro: empoderar a través de la información y ayudar a alinear nuestras acciones con nuestro conocimiento. En medio de este caos quiero contarte como podemos evitar la catástrofe sanitaria de la que nos llevan avisando demasiados años: la Resistencia a Antibióticos.

resistencia a antibióticos ganadería

Empecemos por el principio. ¿Cómo ocurre la resistencia a antibióticos? Las bacterias, aunque pertenezcan a la misma especie, tienen ciertas diferencias genéticas. Igual que nosotros mismos. De las millones de bacterias que puede haber en un ecosistema, por azar un pequeño porcentaje es resistente a antibióticos. Si añadimos un antibiótico morirán todas las bacterias menos ese pequeño porcentaje de resistentes. Hemos forzado la selección. Ahora solo quedan bacterias resistentes para multiplicarse. También puede aumentar la resistencia a antibióticos debido a la transferencia horizontal de genes. Las bacterias pueden pasarse genes unas a otras, en este contexto significa que bacterias que no son resistentes pueden adquirir esta capacidad de sus compañeras.

resistencia a antibióticos ganadería

Para entenderlo con la imagen: forzar la selección se representa en los 3 primeros pasos. El cuarto representa como una bacteria resistente (naranja) puede encontrarse con una bacteria no resistente (azul) y darle una copia del gen de resistencia; convirtiéndola así en resistente.

En el pienso de los animales se añade sistemáticamente antibióticos con 2 objetivos. Por un lado para evitar que si ocurre una leve infección se propague; el otro motivo es que los animales engordan más rápido. Las granjas se han convertido en grandes focos de microbios resistentes. Aún así, el problema se expande más allá. El estiércol que se utiliza como abono lleva antibióticos o directamente bacterias resistentes, aumentando las especies resistentes en las tierras de cultivo. Incluso pueden aumentar en nuestros intestinos. Las bacterias de nuestro organismo pueden adquirir genes de los microbios de la carne y de cultivos contaminados, aunque hayan muerto durante el cocinado. Este problema está escalando a tal nivel que se predice que en el año 2050 10 millones de personas morirán por resistencia a antibióticos (1). ¿Cómo evitarlo?

resistencia a antibióticos ganadería

Uso de antibióticos en ganadería por países.

Cada cierto tiempo aparece por mis redes sociales algún cartel culpando a la población de usar antibióticos para todo. Lo que muy pocas veces encuentro es una advertencia que ponga: el 80% de los antibióticos del mundo se venden a granjas y piscifactorías (4). Desgraciadamente no todos los países tienen los datos públicos, pero la línea general es que se utilizan muchos más antibióticos en granjas que en farmacias. ¿Con qué consecuencias? Ya en 2013, por ejemplo, se vio en Pensilvania que quienes vivían cerca de las granjas tenían un 30% más de probabilidad de ser infectados por Staphylococcus aureus resistente (3). Actualmente, cada día mueren 3500 personas por infecciones de bacterias resistentes (5).

Un estudio sistemático, es decir, que analiza multiples perspectivas, concluyó que si la población redujese su consumo de productos animales a 40g/día la resistencia a antibióticos se reduciría en un 66% (1). 40g corresponde a una porción de cuerpos de animales o sus secreciones al día. Los autores del estudio consideran este cambio improbable y aportan otras posibilidades a nivel de legislación. Aún así, advierten que el consumo de productos animales debería reducirse al menos a la mitad para conseguir resultados efectivos.

Entiendo la duda de estos autores. Desde su hoja de cálculo no podían predecir como se comportaría la población. Por suerte para nosotros, tenemos más datos con los que hacer predicciones. ¿Cuáles son nuestros antecedentes? Proveg en su estudio Más Allá de la Carne (6) incluye una muy interesante encuesta. El 20% de la población española está reduciendo su consumo de productos animales para evitar la crisis climática. La cuarentena en respuesta al covid-19 viviendo es un gran ejemplo de acción conjunta por el bien común. Cuando ya no quedan dudas, actuamos.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades asegura que 3 de cada 4 nuevas enfermedades infecciosas provienen de animales . A su vez, en un informe conjunto de la OMS, la FAO y la OIE se expone como principal riesgo de aparición de nuevas enfermedades zoonóticas la demanda de proteína animal (7). Parece que no falta información, sino que esta se difunda.

Nuestro consumo ha plagado la tierra de granjas, de explotaciones ganaderas que alimentan la crisis sanitaria y climática. 70 mil millones de animales tenemos hacinados para matarlos y comerlos. Llegados a este punto y con las cartas sobre la mesa tú decides. ¿Pagar por enfermedades y catástrofes o por legumbres? Legumbres o cualquier otra proteína vegetal. Si decides actuar por nuestro futuro recuerda que los comentarios siempre están abiertos para quien busque ayuda. También puedes seguir informándote sobre los impactos de la ganadería a nivel de cambio climático.

Muchas gracias por leerme. No dudes en compartir el artículo para que la información llegue lejos. Cualquier duda puedes dejarla en comentarios.

Un saludo,

Bárbara

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Fuentes:

  1. de Kraker, M., Stewardson, A. and Harbarth, S., 2016. Will 10 Million People Die a Year due to Antimicrobial Resistance by 2050?. PLOS Medicine, 13(11), p.e1002184. Enlace

  2. Van Boeckel, T., Glennon, E., Chen, D., Gilbert, M., Robinson, T., Grenfell, B., Levin, S., Bonhoeffer, S. and Laxminarayan, R., 2017. Reducing antimicrobial use in food animals. Science, 357(6358), pp.1350-1352. Enlace

  3. Casey, J., Curriero, F., Cosgrove, S., Nachman, K. and Schwartz, B., 2013. High-Density Livestock Operations, Crop Field Application of Manure, and Risk of Community-Associated Methicillin-ResistantStaphylococcus aureusInfection in Pennsylvania. JAMA Internal Medicine, 173(21), p.1980.Enlace

  4. Van Boeckel, T. P., Glennon, E. E., Chen, D., Gilbert, M., Robinson, T. P., Grenfell, B. T., … & Laxminarayan, R. (2017). Reducing antimicrobial use in food animals. Science357(6358), 1350-1352. Enlace.

  5. Global Research on Antimicrobial Resistance report (2022).

  6. Informe de Proveg: Más Allá de la carne. Enlace

  7. Zoonotic Diseases. Ceners for Disease COntrol and Prevention. Enlace

  8. Chomel, B., 2003. Control and Prevention of Emerging Zoonoses. Journal of Veterinary Medical Education, 30(2), pp.145-147. Enlace (Anexo 4.1 página 40)

Bárbara González Serrano

Bioquímica de educación. Profesora de bioestadística por profesión. Divulgadora de salud pública por pasión.

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